Echando un vistazo por mi cuenta, ya que a veces Emma no cuenta absolutamente nada, he entrado en unos cuantos blogs. Por curiosidad.
Por motivos que no vienen al caso, yo era reticente, de entrada, a crear un blog. Y menos aún, personal. No sé, intento no caer en lo que todo el mundo hace. Pero solo lo intento, raras veces lo consigo. Y tenía a Emma detrás, convenciéndome de que no iba a contar mi vida, si no la suya. Un alivio, y una excusa perfecta, porque soy muy dada a probar las novedades.
Los de cine, los de política, literatura y arte…entiendo, más o menos, qué hay detrás de ellos. Los personales, como este, como el de prefiero, como tantos otros, no consigo entender qué los motiva. Es decir, no entiendo qué necesidades se esconden detrás de escribir un blog personal. ¿Que alguien los lea?, ¿que mucha, mucha gente entre todos los días?, ¿que comenten lo que escribes? ¿recibir apoyo de desconocidos? ¿ser muy popular? ¿desahogo? ¿aprecio? ¿reconocimiento literario? ¿protagonismo?…qué ?
Quizás haya tantas respuestas como blogs personales.
En fin, seguiremos aquí, Emma y yo, aunque no sé por cuanto tiempo, la verdad.
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